lunes, 9 de agosto de 2010

Historia de la Escuela Nacional Nº 26 - Antecedentes

Investigación realizada por Sra Marina Vaccarezza







Año 1910: Registro de Inscripción de alumnos de la Escuela Nacional Nº26. Archivo Escolar



Al igual que en toda la extensa campaña de la Provincia de Buenos Aires, la creación de Escuelas Publicas en el Partido de Chacabuco, demando un considerable lapso de tiempo, en virtud de diversos factores, entre los cuales, la vastedad del territorio no fue el menor.
El prestigio historiados Oscar R. Melli describe rigurosamente los pormenores de esta epopeya, en su obra “Guardia Nacional: orígenes del Partido y ciudad de Chacabuco 1865-1890”, capitulo VI, dedicado a la Instrucción Publica: la información que presenta en relación al cuartel V de dicho Partido no escapa a la situación general: no existía Escuela Publica en tan extenso paraje en los inicios de la formación del Partido (1865).
En el año 1871 un grupo de vecinos contrata al Sr. José María Piccini, educador, y ocho años después, en 1879, solicitan al Consejo Escolar la apertura de una escuela pública bajo la dirección de tal maestro, cuya labor consideran altamente satisfactoria.
La modalidad de contratar un preceptor o maestro por un grupo de vecinos era habitual y permitía disminuir, en parte, el estado lastimoso de la educación en la campaña: así por ejemplo, en el Cuartel VII de Chacabuco, en 1869, el Censo Nacional registraba la presencia de un maestro, Juan Purcell, y en el cuartel VIII (Rawson), “Estorexter” (?) Santiago, de 27 años, maestro de escuela, inglés: ambos cuarteles poblados por un considerable número de familias irlandesas, siempre destacadas por su afán educativo.
“En el campo de mi bisabuelo D. Patricio Gaynor contrataron un maestro para los hijos. El maestro vivía allí, así que no había forma de escapar de sus clases. Los más chicos, a veces deseosos de huir de la obligación, se escondían en un tonel!...” (testimonio de la Sra. Betina Gaynor).
Lógicamente, la presencia de un maestro en un cuartel, dada la extensión de los mismos, no podía garantizar la alfabetización, al menos, de todos los niños radicados en él.
Las familias que podían hacerlo, enviaban a sus hijos a colegios con internados: las niñas de la campaña de Chivilcoy, Chacabuco y Alberti contaron con la posibilidad de recibir una esmerada educación en el Colegio “Nuestra Señora de la Misericordia”, creado en 1884 en la ciudad de Chivilcoy, por citar un ejemplo.



1907 . Colegio Nuestra Señora de la Misericordia. Chivilcoy



Pero, para la gran mayoría de los niños afincados en los campos, pasarán largos años hasta que la educación pública se organizara de tal forma de contar con Escuelas rurales relativamente próximas: recién hacia 1920 se encuentra un número significativo de escuelas primarias en el medio rural.
En este lento y penoso proceso, la influencia progresista que conllevaban los ramales ferroviarios no fue poca: lo reconoce el Consejo de Educación de la Pcia. de Bs. As. al afirmar: “La mayor extensión y bifurcación de los ramales ferroviarios […] van formando como movidos por un espíritu de improvisación, pequeños centros de poblaciones que explotan negocios o industrias determinadas y a cuyo impulso nacen aldeas reducidas, que a poco tiempo más se traducen en pueblos de importancia”.
Al surgir los caseríos o pueblos junto a las Estaciones Ferroviarias, la creación de Escuelas se incrementaba notablemente, en parte, indudablemente, por la facilidad que a la comunicación brindaba el ferrocarril. Villa Seguí y Villa Ortiz, pueblos sobre el ramal del Ferrocarril Oeste Suipacha-Bayauca no serán ajenas a este proceso: de hecho contaran con escuelas al poco tiempo de su surgimiento.


Escuela Nacional Nº 26 en sus origenes


Escuela Nacional Nº 26 hacia 1930, cuando funcionaba en el almacén de Lagrotte.
María Elena Repetto es la quinta desde la Izquierda.
At. Irma Córdoba



Acto patriótico, en la Escuela Nacional Nº 26



Ley Nacional número 4874

Esta ley, conocido como “Ley Láinez”, tenía como propósito la creación de Escuelas Primarias Nacionales “allí donde no pueda alcanzar el empuje de las provincias en el desenvolvimiento y extensión de la enseñanza primaria”. (1)
En la Pcia. de Bs. As. fueron numerosas las Escuelas creadas bajo el auspicio de esta notable ley, que fundaba, a cargo del Consejo Nacional de Educación, instituciones educativas, reconocidas por su fecundo accionar a lo largo de mas de 50 años.
Hacia 1970, varias de ellas se fusionaron con las Escuelas provinciales más próximas, o pasaron a depender de la Dirección General de Escuelas de la Pcia. de Bs. As.
En Villa Seguí, la Escuela Nacional Nº 26 tomó la designación de Escuela Provincial Nº 23, y como tal, continua a la fecha, brindando educación a los niños de la zona.
No fue este pueblo el único de nuestro partido en contar con una Escuela Nacional: en Villa Ortiz, se creo la Escuela Nacional Nº 106 (Octubre de 1911); en Pueblo Grisolía (Estación Achupallas), Escuela Nacional Nº 123; en Estación Quintana, Escuela Nacional Nº 111.
Asimismo, en el año 1909, fecha de la inauguración de la Escuela en “Villa Seguí” se crean, entre otras, las siguientes Escuelas Nacionales:
Partido de Adolfo Alsina: En estaciones: Murature, Thames, Malabia, Gascón, Epumer.
Partido de Ayacucho: Campos de Newton, de Corina S. de Vetora, de Leonardo Pereyra.
Partido de Bartolomé Mitre: Estación Viñas (F.C.C.A)
Coronel Dorrego: Estación “San Román” (F.C.S)
Chacabuco: Campo “Santa Rosa”. Cuartel 3º
San Antonio de Areco: Campo de Eliseo Pereyra.

La Escuela Nacional Nº 26 fue inaugurada el 28 de noviembre de 1909; una ceremonia realizada un domingo, a la cual, según el Director Cabrini, asistió escaso publico por realizarse al mismo tiempo, elecciones municipales en Chacabuco, en la localidad conocida como “Villa Seguí”, aledaña a la Estación “Coronel Francisco Seguí”, del Ferrocarril al Oeste. Dicha Estación fue inaugurada en diciembre de 1907; y al igual que en muchas otras Estaciones ferroviarias, el Estado Nacional interviene para brindar educación primaria básica, creando Escuelas de primeras letras, con dos grados: primero y segundo. Los alumnos que se matricularon en ella, podían hacerlo entre las edades de 6 a 14 años.




Nota elevada por el Sr. director Juan B. Cabrini al Sr. Inspector Nacional Don Francisco F. Fernández, notificándole de la inauguración de la Escuela Nº 26 en Coronel Seguí.- Diciembre 4 de 1909.Archivo Escolar



El primer director nombrado fue el ya citado Sr. Juan B. Cabrini, quien fuera trasladado de una Escuela cita en la Localidad de Mar del Plata. El día 4 de diciembre de 1909 el Sr. Director Cabrini eleva nota al Sr. Inspector de Escuelas Nacionales, Don Francisco F. Fernández, dando acuse de recibo del importe de su sueldo de mes de noviembre, por valor de $ m/n 78,34 y de la recepción de los útiles necesarios para habilitar la Escuela, recibidas por el ferrocarril el día 5 de noviembre. Según este mismo informe, la inscripción fue de 55 alumnos, 32 varones y 23 mujeres.
En el envío citado, faltaron objetos considerados por el Sr. Director indispensables para dar inicio a las actividades pedagógicas: una biblioteca, un armario, el Escudo Nacional y la galería de retratos de prohombres.
Cabe destacar que el Escudo Nacional con el nombre y número de la Escuela impreso en él, se colocaba en el frente de todas las escuelas públicas. El Consejo Nacional de Educación, enviaba, a su vez, laminas enmarcadas de los grandes hombres de la Patria: Belgrano, San Martín, Güemes, los miembros de la Primera Junta de Gobierno Patrio, o hechos representativos tales como la sesión del 9 de Julio de 1816 del Congreso de Tucumán, o la Plaza de Mayo, cubierta por vecinos curiosos, el día 25 de mayo de 1810.
Esta galería pictórica tenía como claro propósito incentivar el sentimiento de amor a la Patria, identificando a “todos” como miembros de una Nación con una historia común; en el marco de una gran proporción de hijos de inmigrantes y de niños de otras nacionalidades, a los que debía incorporarse, como leales ciudadanos, a su nueva patria.
Era de tal importancia el lograr “simpatía y adhesión a la República Argentina” que en el Consejo General de Educación de la Pcia. de Bs. As. dictó en el año 1909 (año de fundación de la Escuela en Cnel. Seguí) las siguientes normativas, normativas que cumplirían Escuelas provinciales pero también las nacionales.
a) Jura de la Bandera el día 25 de mayo.
b) Colocar en la puerta de cada grado una tablilla con el nombre de un prócer argentino.
c) Crear la sala de ofrendas a la Patria, donde se depositarán productos nacionales de los tres reinos de la industria argentina.
d) Instituir en cada grado un álbum para registrar conceptos patrióticos de los alumnos.
e) Celebración solemne del 25 de mayo y el 9 de julio.
f) Proveer a cada Escuela de una bandera y un Escudo Nacional, debiendo aquella ser izada en todos los días festivos y en los que celebre la Escuela.
g) A la culminación de la jornada escolar, los alumnos cantarán el himno nacional.
El Director Cabrini expresa este propósito con claridad al decir “…cuya presencia completa el carácter patriótico educacional de la Escuela…”




El 10 de mayo de 1910, bajo la Dirección de la Dra., Srta. Nicanora Herminia Herrera, se iniciaron las clases con una inscripción inicial de 4 niñas. Posteriormente, la cantidad de alumnos se irá incrementando, hasta llegar a un total de 88 alumnos inscriptos. Esta inscripción y admisión de alumnos que comienza en febrero se realiza en el transcurso de todo el año 1910, siendo registrado el ultimo niño en el mes de octubre.
Las primeras tres alumnas inscriptas en la Escuela fueron: Anatilde Emma, Emilia Lina y Gregoria Zapata y Conelly, hijas de Don Gregorio Zapata y Ana Conelly. Don Gregorio era chacarero y poseía una casa en la cual vivía la maestra Herminia, en “Villa Seguí”.
Según el testimonio que nos brindara Nacarid Casey (1910 - 2005 ), que fue alumna de esta primera Escuela, las maestras Herminia y Amelia Herrera eran hermanas, y arribaron desde la localidad de Dolores. Fue su deseo alojarse en una casa de familia, y por ello lo hicieron en la casa ya citada de D. Gregorio Zapata, abuelo de Nacarid Esta familia dejó la localidad de Coronel Seguí en el año 1911. Sin embargo, continuó viviendo en sus proximidades, y por largos años, María de la Anunciación Zapata, hija de los nombrados y hermana mayor de esas niñas, casada con Don Juan Casey.
La otra alumna inscripta al primer día de clases fue Isabel Leontina Durante, hija de Don Vicente Durante, italiano, agricultor.
Tanto el padre como la madre de esta niña eran italianos, pero Isabel nació en Argentina en el año 1900.
En Julio de 1910, El Sr. Antonio Della Magdalena(2) dona un terreno de su propiedad al Consejo Nacional de Educación, con el evidente propósito de que se construyera allí el edificio escolar. Sin embargo, pasarán 39 años antes de que se cumpliera con el fin para el cual se realizó tan noble gesto.







Antonio Della Maddalena



Catastro Parcelario Urbano 1940
Plano correspondiente a la manzana que ocupa actualmente la Escuela Nº 23 “Vicente Barbieri”, (Circunscripción VII, Sección C, Manzana 2) – 1940 –
Consta de 16 parcelas, y fue donado al Consejo Nacional de Educación en Julio de 1910 por el Sr. Antonio Della Maddalena.
En el año 1949 se inauguró en él el edificio de la Escuela Nacional Nº 26.



Dado que el Consejo Nacional de Educación no poseía un edificio construído a propósito para el dictado de clases, se recurrió al modelo que se empleó hasta mediados del siglo XX: el alquiler de un local.
Habitualmente, en los pueblos eran casas de familias o comercios: en los campos, ranchos de una o dos piezas.
La Escuela Nacional Nº 26 comenzó a funcionar en un edificio que se encontraba frente a los actuales silos de la firma “Eduardo Beraza”: permanecio allí hasta aproximadamente 1934.
Por su alquiler, el Consejo Nacional abonaba al Sr. Ferri, $ m/n 70.
En el año 1934, la escuela se traslada a un edificio ubicado a los costados del las vías férreas, propiedad del Sr. Blas Lagrotte. Dicho edificio, fue construído para albergar el gran “Almacén de Ramos Generales”, cuyo dueño era el Sr. Lagrotte. A continuación del gran salón de despachos, continuaba una casa de familia ocupada por la Sra. Directora y luego el aula destinada al salón de clases.

Almacen de Ramos Generales del Sr. Lagrotte, donde funcionó la Esc Nacional Nº 26. Hoy en posesión de la Sra Antonia Bernardi



Recién en el año 1949, la Escuela Nacional Nº 26, pudo contar con un edificio propio, en el cual hoy funciona la Escuela Provincial Nº 23 “Vicente Barbieri”, construida con materiales de excelente calidad, y con diseño óptimo para su función: tres grandes aulas, sala – museo, dirección y con una amplia galería cubierta (“gimnasium”) constituyen el sector destinado al dictado de clases.





Vista Parcial del edificio escolar inaugurado en 1949.



La vivienda destinada a la Sra. Directora posee comunicación directa con dicho sector. Al ser diseñada, se pensó en dar las mayores comodidades posibles al maestro: una amplísima cocina, con mesadas de granito, estanterías varias con cerramientos, una gran cocina a leña, conectada a un tanque de agua que proveía de agua caliente a toda la casa.
La cocina a leña es de un modelo poco común en la zona, y constituye una pieza única, tanto por dimensiones, como por la característica de poseer un espacioso sector destinado a colocar grandes cacerolas de fundición en su interior.
El edificio contaba además de leñera, y un sector de baños con piletones para niños y niñas.
La calefacción de todo este conjunto se realizaba (al igual que hoy en día) con salamandras.
Al edificio descripto se agregó una “Casa para maestras” realizada también con amplias comodidades excelentes materiales.
En un extremo del gran patio, se construyo una casilla de madera, con destino a vivienda del portero, cargo ejercido para la época, por el Sr. “Pepe” Córdoba.
Un amplio terreno circunda la Escuela, lo que permite el libre desplazamiento de los niños. En el diseño original, se contempló la ejecución de un “patio de juegos”, lo cual no se concretó.
Si bien esta Escuela no corresponde al modelo arquitectónico denominado “californiano”, característica de gran parte de la obra pública llevada a cabo durante el período en que se desempeñó como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el Sr. Víctor Mercante, su diseño de cuidada futura, respondiendo a las necesidades de espacio y desplazamiento de los alumnos, lo hacen característica de dicha época, en la cual, la construcción de un edificio escolar correspondía a Planes específicos, ejecutados con estrecha relación al conocimiento del medio escolar. Esta modalidad, (los Planes de Edificación Escolar) comenzó con la gestión de Don Marcelino Ugarte (1906), y fue dotando progresivamente, a la provincia de edificios públicos de excelente factura, gran parte de los cuales aún subsiste.
El que nos ocupa, en “Villa Seguí” es único tipo en el Partido de Alberti.
El día 4 de diciembre de 1949 se procedió a su solemne inauguración, en una conmovedora ceremonia a la cual se dio inicio a las 8 hs., con una misa de Campaña, oficiada por el Reverendo Cura Párroco de la Ciudad de Alberti, Miguel S. Fox.





Elida Schierff de Llull


Los actos, sucesivamente fueron los siguientes: bendición de local escolar y entronización de la Santísima Virgen de Luján, izamiento de la Bandera, desayuno de los alumnos, ofrecido por la Asociación Cooperadora, Himno Nacional; palabras alusivas, y diversos números escolares, como recitado de poesías, ronda y u “patio criollo” que incluía recitados y bailes típicos.
Los niños que tomaron parte en tales muestras fueron, entre otros: E. Monjes, E. Canori, A. González, A. Martínez, L. Andrés, E. Pepe.
A su vez, la Asociación Cooperadora se adhirió al acontecimiento organizando un almuerzo para las autoridades, una carrera de sortijas y una matinée danzante en el Salón del Club Deportivo “Independiente”.



Elida Schierff de Llull, en el día de la inauguración del edificio de la Escuela Nacional Nº 26
Diciembre, 4 de 1949.
Coronel Seguí




Programas de actos correspondientes a la inauguración del edificio estatal de la Escuela Nº 26, en terrenos donados por el Sr. Antonio Della Maddalena.- Diciembre 4 de 1949.Archivo Escolar



La tienda “El Criollo” de la ciudad de Alberti prestó su colaboración donando los volantes que se distribuyeron con el programa de los festejos debidamente detallado.
Entre los presentes de esa recordada jornada citaremos a:
Lelia V. Domínguez.
Élida S. de Llull.
Alejandro González.
Andrés Bogliolo.
Eloisa E. V. de Mastromarino.
Ignacia V. S. de Morales.
Emilio Bogliolo.
E. Valiota.
José Vaira.
Sra. de Duffó.
Adelma Rojo.
Sara R. de González.
Justa Aristeguí.
Roberto Guerrero.
Juana Vaira.
Domingo Lasala.
Herminia H. de Lagrote.
Dolores Domínguez.
Herminia S. de Bogliolo.
Avelino Silva.
Elisa N. de Servente.
Lidia E. de Servente.
José Herrera.
María A. de Herrera.
Domingo Lasala.
Domingo Barcluil.

Desde los lejanos días de 1910 hasta marzo de 1940, fue Directora y Maestra de Grado, la Sra. Herminia N. Herrera de Lagrotte, acompañada por su hermana Srta Dolores Herrera. Los hijos de Herminia concurrieron a la escuela en la que su madre fue maestra por más de tres décadas. La sucedió, en forma interina, Ana María Poiliteo de Fernández; hasta el 22 de julio de 1940, en que se hizo cargo Élida S. de Llull, con pase de la Escuela Nacional Nº 39 de San Rafael, Mendoza, quien se desempeña durante 20 años, cesando en 1960, ocupando el cargo Edith Nelly Beretta de Duffó hasta abril de 1984, en que la sucede interinamente, Ana Mabel P. de Baume y posteriormente, Olga Cremonte de Bogliolo, quien ejerce la dirección de la Escuela hasta el año 1999, cuando es remplazada interinamente por la Srta. Claudia Perdomo.



30 de noviembre de 1988 maestras: de Izq. a der. Sra. Marta Sanglar de Gallo, Srta. Susana Seiro, Sra. Ana Prego de Baume, Directora Olga Beatriz Cremonte de Bogliolo.



Durante los años 2000 y 2001 se encuentra a cargo de la dirección la Sra. Monica Nazabal de Duffo, remplazada en el año 2002 por la Sra. María Luz Aristimuño y en el año 2003 por la Sra.. Marcela Gomez. En el año 2004 nuevamente es designada directora la Sra. Mónica Nazabal de Duffo.



Festejos Día del niño año 1989. De izq a der. de pie: Ma. Inés Gallardo, Marcela Valdebenito, Maestra Mónica Nazabal, Payaso Ana Prego, Miguel Pepe, Fernando Chandias, Ma. Inés Banfi. Sentados: Ma. de los Angeles Nasso, Ma. Teresa Leone, Payaso Susana Petinari,M. Mataza, Raúl Cabani y Oscar Amaya.


El 18 de noviembre de 1983, se impuso a la Escuela Nº 23 (fusionada con la histórica Escuela Nacional Nº 26) el nombre del insigne escritor D. Vicente Barbieri (1903 – 1956). en el acto de imposición estuvieron presentes el Sr. Subsecretario de Cultura de la Pcia. de Bs. As., Prof. José Eduardo Clemente, el secretario de la Academia Argentina de Letras, Sr. Juan Carlos Ghiano, autoridades municipales y numerosa concurrencia de público de Villa Seguí y alrededores.




Actos de imposición del nombre “Vicente Barbieri” a la Escuela Provincial Nº 23. De Izq. a der. Susana Elliff de Butti, Sr. Intendente Municipal D. Alberto Butti, Sra. Irma Ester Nobile de Barbieri, Sra. Ana Prego de Baume, Sr. Juez de Paz y Sra.


La Escuela se vio así distinguida con el nombre de tan insigne escritor, quien transcurrió su infancia y adolescencia en esta zona. En su obra “El río distante” rememora los tiempos de su niñez, trascurridos en el campo de la familia Clemente (hoy Kubler), muy próximo a Villa Seguí y Villa María



Actos de imposición del nombre “Vicente Barbieri” a la Escuela Provincial Nº 23. De Izq. a der. Sra. Nelly B. de Duffo, Directora, Sra. Irma Ester Nobile de Barbieri, Sr. Clemente, nn , Sr. Intendente Municipal Alberto Butti, Sr. escritor Juan Carlos Ghiano, Sra. Ana María Calderaro


Miembro sobresaliente de la generación del 40, su prematuro fallecimiento, privó de la literatura argentina de uno de sus mayores escritores.





Actos de imposición del nombre “Vicente Barbieri” a la Escuela Provincial Nº 23. De Izq. a der. María de los Ángeles Leone, y su maestra Ana M. Prego de Baume




(1) En “revista de la Educación”- 1909- Pág. 251-252. “Establecimientos de Escuelas primarias en la provincia de Bs. As.”. Archivo Casa de Don Andrés Vaccarezza. “El Molino”
(2) Antonio Della Maddalena nació en 1863, contrajo matrimonio con María Solari. En el año 1894 se domiciliaban en el Pueblo Vaccarezza (hoy Alberti), cuartel VI del Partido de Chivilcoy. Bautizan a su hijo Antonio el 12 de diciembre de 1894 en la Capilla de dicha localidad. Libro de bautismos. 1894 Iglesia Parroquial de Alberti


Nomina del Personal Directivo y Docente de la Escuela Nacional Nº 26 – Escuela Provincial Nº 23. Villa Seguí.


Escuela Nacional Nº 26

Año 1909

Personal Directivo y Docente: Sr. Juan B. Cabrini
Personal único

Año 1949

Personal Directivo y Docente:
Directora: Elida S. de Llull.
Maestra de Primer Grado Inferior: Juana M. de Vaira.
Maestra de Primer Grado Superior: Dolores N. Domínguez.
Maestro de segundo Grado: Sr. Domingo Bardiul.
Maestro de Tercer Grado: José María Funes.
Maestra de Cuarto Grado: Florinda M. Natalizio.
Maestra de Quinto Grado: Elida S. de Llull.


Año 1949
Comisión Cooperadora:

Presidente: Sr. Julio Felipe Lachavanne.
Vice-Presidente: Andrés M. Bogliolo.
Secretario: Julio C. Llull.
Pro-secretario: Dolores N. Domínguez.
Tesorero: Juan Casey.
Pro-tesorero: Modesto Petit.
Vocales: José Sardi, Juan Baume, Jose M. Funes, Arsenio Urga.

Comisión Ex – alumnos -1949-

Presidente: Avelino Silva.
Vice-Presidente: Juan Campetti.
Tesorera: Hilda Servente.
Pro-tesorero: Esther Sosa.
Secretario: Nilda Servente.
Vocales: Indalecio Diaz, Felisa Leone, Alfonso Silva, Maria Devicenzo

1949
Comisión Club Escolar

Presidente: Sra. Herminia S. de Bogliolo
Vice-Presidente: Sra. Sara R. de Gonzalez Herrero.
Tesorero: Sr. Modesto Petit
Secretaria: Nelida Domínguez.
Vocales: Sr. Alejandro G. Herrero, Sr. José Sardi, Sr Domingo Badiul, Srta. Florinda Natalizio, Srta. Juana M. Vaira, Magdalena M. C. de Rodríguez.




Inventario de la Escuela Nacional Nº 26
Algunas curiosidades

En memoria de de Herminia y Amelia Herrera

El día 20 de octubre de 1914, Herminia Nicanora Herrera, flamante Directora de la Escuela Nacional Nº 26 de Coronel Seguí, cita en el recientemente creado Partido de Alberti (antes Chacabuco) firmó ante el encargado escolar Manuel Arreghi, el inventario de los bienes de la Institución a su cargo.






Hacia 1940: Escuela Nacional Nº 26
De Izq. a Der: Maestro Funes, NN, NN, NN, Elida Llull, NN, José Clorindo Córdoba





Prolijamente enumerados, en los correspondientes registros, todos los objetos enviados por el Consejo General de Educación fueron asentados por la Srta. Herminia.
Los artículos se clasificaron en: muebles; útiles de dotación fija, útiles de consumo, textos, ilustraciones, útiles agrícolas, útiles para labores, útiles de desinfección, biblioteca y varios. Siguiendo el modelo de los inventarios ingleses, nada es dejado al azar por las autoridades educativas. Las grillas correspondientes incluyen la cantidad existente, el precio unitario y total y el estado de conservación de cada pieza.
Entre las varias ocupaciones del docente, se incluía la enseñanza de “labores” (es decir costura) para las niñas. Esta materia se mantuvo en algunas Escuelas Nacionales hasta la entrada de la década de 1960. (De hecho fui una alumna rezagada en esta materia en el famoso “5 esquinas” de Buenos Aires hacia 1970).
Pero volviendo a 1910, Herminia Herrera declara haber recibido 1 alfiletero, 12 paquetes de agujas de crochet, 15 metros de bramante, 9 metros de franela, 7 papeles para moldes, 18 pasa cintas y 4 metros y medio de percal.
Los útiles agrícolas reflejan el interés del Consejo General por alentar el cuidado del jardín o a la siembra de una huerta; enviando 4 azadas con cabo, 4 cucharas para transplantar, 6 escardillos, 1 injertador, 6 palas anchas, 6 palas de puntear, 6 rastrillos y 2 tijeras de podar.
Eran épocas en que inculcar la noción de un trabajo en los niños no estaba mal visto y por lo visto, el tomar una pala no causaba males psicológicos irrecuperables...
Escasas eran las ilustraciones de los que disponía la Sra. Directora para amenizar sus clases: 1 cartel de lectura “El Nene”, 1 mapa de la República Argentina de Editorial Estrada y 1 mapa de la Pcia. de Buenos Aires.
La galería de retratos de prohombres y presidentes argentinos aún no había llegado, pese al reclamo efectuado por el primer Director, Sr. Cabrini.
Los libros de textos, por el contrario, si bien no eran variados, eran libros (algo radicalmente diferente a la fotocopia de la hoja de un libro, que es lo que nuestros alumnos utilizan hoy en día).
69 libros de lectura “El Nene” para primer grado, 24 libros “El lector americano” para 2do grado y destinado a la Biblioteca “Glorias Argentina”, un tomo.
La maestra recibió Aritmética Libros Nº 1 y Nº 2.

Nos preguntamos, a la luz de la variada cantidad de material de que disponemos hoy los maestros qué hizo que la enseñanza brindada en esas Escuela fuera exitosa, y la actual, tan lejos de serlo se encuentre.
¿El método empleado; la disciplina; el orden; la formación del docente? Lo ignoramos; pero como aproximación a la revelación de este misterio que quita el sueño a ministros, secretarios, especialistas, pedagogos, etc, vaya esta breve anécdota por respuesta:
2005. Noche de verano en el campo. Concurso de preguntas y respuestas, tema Historia de la Patria. Participantes: Sra. Leonor, 94 años, alumna de remotísima Escuela Pública Infantil del Barrio de Flores, y 5 niñas de entre 13 y 14 años de Escuela actual. Directora del concurso: la que suscribe.
Ganadora por absoluta mayoría: la participante nacida en 1912, mi abuela Leonor.

Luego de esta breve y sentida digresión, que, en mi carácter de maestra no he podido dejar de expresar, me remito a los “útiles de consumo”: no aparece allí nada extraordinario, ya que los tiempos no alentaban el consumo: En el universo de “lo justo y necesario”, encontramos:
6 borradores para pizarrón
4 Cajas de Broches
46 cuadernos cuadriculados
63 cuadernos de una raya
22 cuadernos de dos rayas
4 cuadernos rayados tapa cartón
3 goma de borrar
1 goma líquida en frasco
19 jarritos enlozados
46 lápices comunes negros
2 lápices de 2 colores
4 libros rayados tapa cartón
5 barritas de lacre
1 resma de papel oficio cuadriculado
2 resmas de papel oficio rayado
74 pizarras de piedra
3 pizarrines de manteca
3 cajas de plumas para caligrafía
80 porta plumas comunes
13 sobres oficios
25 tinteros para bancos
3 tarritos de tinta en polvo
1 frasquito de carmín
5 cajas tizas blancas
2 cajas tizas de colores

Los muebles incluían pocos artículos: 3 sillas de Viena de madera estampada, 3 mesas escritorios, 1 escalera de apoyo, 1 caballete para pizarrón, mesas de dos asientos, 26 bancos mesas pie fierro 2 asientos Nº 1 al 4 y 29 bancos mesa pie de fierro 2 asientos Nº ¼. Penitenciaria y un armario de cedro con puerta tablero.
Los útiles de dotación fija eran varios: 1 campana de bronce de 8 kilos, 6 banderas nacionales de 1mts. X 2mts., 1 limpia barro de hierro, 1 sello para lacre, 1 tintero para el maestro, 1 paquete de clavos surtidos, 1 puntero de pino de tea, 1 tarro de pintura para pizarrón, 1 tenaza, 1 paquete de tornillos.
Era evidente que el sentido práctico primaba sobre todas las cosas, ya que ¿Qué podría hacer una maestra en una Escuela rural donde había que hacerse todo, sino contaba con una tenaza, clavos y tornillos?

Obra magna la de aquellas primeras maestras, que no sólo educaban, sino que además, ponían en marcha, con los recursos a su alcance, una Institución Educativa al servicio de toda la comunidad.
Herminia y Amelia Herrera, Elida Schierff de Llull… maestras ejemplares: que su nombre y su obra no conozcan el olvido.







Fiesta de despedida de la Sra. Elida Llull: de Izq. A Der.: Elsa Canori; Amalia Pepe; Rosa Bernardi; Alfonso Silva; Antonia Bernardi; Dora Falcettoni.
Segunda fila: José Luis Andrés, Elida Llull, Luisa Diego de Silva; y Cora LLull.


Semblanza de Élida Schierff de Llull

Hija de Cristhian Schierff (dinamarqués) y Emilia Maggiani, (argentina, hija de Italianos) Élida fue la directora de la Escuela Nacional Nº 26 durante 20 años.
Su padre trabajaba para la importante empresa Tomas Druysdale y CIA, importadores y exportadores, en el sector contable. Nacida en 1913, estudio en la Escuela Normal de Quilmes (BA), prestigiosa institución de la que egresó con el título de Maestra Normal Nacional.
Contrajo matrimonio en 1933 con Julio César Llull, (n. el 6-9-1910) cuya madre, Elena Risso de Llull, era Maestra Normal Nacional, contándose entre las primeras formadoras en las Escuelas Normales creadas merced a la política educacional de Domingo Faustino Sarmiento.
Dado que su esposo fue destinado por la Institución Bancaria en la que trabajaba, a la Provincia de Mendoza, Élida Schierff ejerció allí como maestra en una escuela rural en la cordillera. Por razones de salud debió pedir su traslado a la Provincia de Buenos Aires ante el Consejo General de Educación.
El mismo fue otorgado, dándole como destino la Escuela Nacional Nº 26, de Coronel Seguí; Partido de Alberti. Asumió sus funciones el 23 de Julio de 1940.
Al mismo tiempo su esposo era nombrado Jefe de la Estafeta de Correos.
Durante los veinte años que se desempeñó como Directora, Élida Schierff trabajó incansablemente no sólo procurando que la Escuela fuera conocida por su prestigió académico sino que también, en diversas actividades recreativas y culturales: dio notable impulso al accionar de la Asociación Cooperadora, organizó excursiones, días recreativos, variadas comisiones para incentivar el desarrollo de la institución, como la Comisión de ex_alumnos y la Comisión Club escolar.
Su esposo la secundó en tan noble tarea: merced a su intervención se dio impulso a la edificación de la Escuela que actualmente funciona en Coronel Seguí, realizada como ya hemos descripto con excelentes materiales y adecuada a su fin educativo.
En 1960 se acogió a los beneficios de la Jubilación, dejando un imborrable recuerdo en la comunidad por la que tanto luchó.
De su matrimonio con Julio C. Llull tuvo tres hijas: Élida Llull de Silva, quien al igual que su madre, se dedicó a la docencia, Cora Celia y María Julia.

VICENTE BARBIERI




Hace unos días, al ver un. aromo florecido, pensé: «Florecen los aromos en el mes de Barbieri». Porque el haber vivido en la zona de Coronel Seguí-Villa María hace que uno recuerde frecuentemente la figura del sensible y notable cantor del río Salado, de los sauces, los aromos, los juncos... Así se puede apreciar en estos versos de su famosa «Balada del Río Salado»:
Manos de nardo, cabellera ungidaDe inicial calidad, junco de aroma.
¿Qué haré con estos sauces obstinados .En llorar, como siempre, junto al río?
Y también en su novela «El río distante»: «La sombra blanda del viejo aromo se prodigaba en el patio, triste».
En, el año 1983 yo era docente en la Escuela N° 23 de Coronel Seguí. Este establecimiento no tenía nombre y, por iniciativa de un entrañable amigo del escritor (el entonces Subsecretario de Cultura de la provincia de Buenos Aires, profesor José Clemente), se eligió este colegio para denominarlo como Escuela N° 23 «Vicente Barbieri», cumpliendo así con un viejo anhelo de ese señor. En ocasión del bautismo del colegio conocí a su esposa, Irma Nóbile de Barbieri, con la que entablé una estrecha rela­ción. A partir de allí, todos los 31 de agosto se celebró el nacimiento del escritor.
Recuerdo que la escuela, para ese festejo, se llenaba de ramas de aromo. El. lugar se iluminaba con el dorado de esos pequeños y suaves pompones, a los que siempre les cantó: «un patio con aromos/ y dulces hojas secas». En los actos se recreaban textos, del recordado poeta, como por ejemplo, sus coplas: «Anda y llénate él sombrero
con margaritas del campo,
y perdona la franqueza, nunca tendrás un centavo».
Con estas coplas Irma se emocionaba mucho, pues su esposo las escribió junto a ella, dedicándoselas. Recordaba que estando en Unquillo (Córdoba.) a causa de la cruel enfermedad que lo aquejaba, Barbieri escribió «El río distante» con una vieja máquina de escribir que ella le había regalado.
El poeta nunca quiso volver a visitar «La azotea», pues temía llevar­se una desilusión; no deseaba ver el lugar distinto o en ruinas, prefería conservar la imagen que tenía intacta en su memoria. «Lo más interesante era sin duda la casa, con mirador y techos embaldosados, y gruesas puertas... Los pisos de las habitaciones y de los corredores eran de ladrillos rojos que, baldeados en las siestas, ofrecían un frescor vegetal y sedante.»
Nuestra llanura está llena de «voces» de Barbieri, porque además de cantar a su tierra se interesó por el hombre y su destino, por la vida y la muerte. Voces teñidas de magia y de nostalgia.
Hoy sus restos descansan en Alberti, de acuerdo con sus deseos: «que mi cuerpo repose en Alberti, con la cabeza dando al Salado».
Su nombre perdurará en el tiempo a través de su recuerdo y su obra, porque los verdaderos creadores, aunque se vayan quedan.

Ana Prego






Villa María, el universo perdido y Vicente Barbieri




Vicente Barbieri nació el 31 de agosto de 1903 y falleció en Bs As el 6 de agosto de 1956. Su madre, Blanca Marino, murió como consecuencia de su educación y crianzas, a Da Francisca Clemente, propietaria de una Estanzuela en el entonces Partido de Chacabuco (hoy Alberti), ubicada en el linde de Villa María, población, hacia 1910, en constante crecimiento. Próximas a ella, se encontraban las Estaciones Ferroviarias de Cnel Francisco Seguí y Cnel Mom, pertenencientes al ramal Suipacha-Bayauca del Ferrocarril Oeste, inauguradas ambas en 1907.


Vicente, junto a otros niños, crecerá rodeado de un universo ya desaparecido, sobre el cual señoraba la vieja Posta de Alejandro Scarabino, enclavada sobre el camino que comunicaba Chivilcoy con Lincoln, con su hermosa casona de azotea.


Ese universo singular será recordado y revivido magistralmente por Vicente (ya escritor de renombre) en su obra "El río distante" (relatos de una infancia), cuya primera edición data de 1945.


Libro aclamado por la crítica literaria, constituye además, un testimonio histórico único de la vida que se desarrolla en Villa María, Villa Seguí y Villa Ortíz en los principios del Siglo XX.


Todo esta allí, narrado por la pluma excepcionalmente bella de Barbieri: bajo nombres ficticios, y en otros casos llamándolos por sus denominaciones reales, las cosas, los hombres, las mujeres, aparecen, transportándonos mágicamente a un mundo de galeras y diligencias, gauchos arrieros, horizontes infinitos, corredores cubiertos de glicinas, montes fantásticos, cascos solariegos, personajes incomparables, como Mr. hinds, el irlandés errante, la señorita Leonilda, la maestra de la "mejor escuela del mundo", Doña Visitación Morales, el tío Juan Bautista, "perfecto nostágico de fin de siglo", Meaní, el mayoral de la galera, y tantos otros.


Bordeando, encerrado, el pueblito al que Barbieri llama Villa Elena ( Villa María), estaban (están) las Estancias irlandesas con su fantástico mundo de gentes llegadas allende el mar, desde la legendaria isla de las hadas y los duendes: allí están los Cascos somnolientos entre los montes de eucaliptos y sauces "...desde lejos se divisaba la casa: blanca, agradable, con sus callecitas de álamos que conducía hasta la tranquera del camino real", los ranchos "... vivía en un hermoso rancho siempre bien barrido y adornado con viejos almanaques y huevos de avestruz pintados de diversos colores, en un claro del enorme monte de la Estancia "Las Palmeras", el mas hermoso tapiz de violetas perfumaba la cercanía de su rancho...", los bajos galpones de la esquila, el manto blanco de las majadas, la hora del té y la oración "... poco tardaron Cecilia y José María en hacerse amigos de los niños, y una vez tomaron el té (el histórico té de los británicos, según la abuela) con ellos en una pequeña salita llena de cosas agradables. Todo parecía floreciente en "Las Madreselvas".


Ese Cristo, lo trajeron mis padres de Irlanda -decía Mary, es un milagro.


Con actitud de personas mayores, los niños levantaban la taza del té y escuchaban la conversación".




"Era siempre el caer de la una hora de religiosa concentración, en todas las cosas que entonces componian la casa y el campo. Se encendía en el galpón de los peones el fuego para el mate, y alguna guitarra sonaba allí cerca, mientras los teros escandalizaban allí en la laguna, atentos a las idas y venidas del muchacho, que en el viejo mancarrón de los mandados, arreaba las vacas hacia el jaquel cercano. Todo se apaciguaba y los larguísimos crepúsculos del oeste ponían en todas las cosas su suave colorido de melancolía..."


Las familias irlandesas: Scally, Brown, Gaynor, Casey, Heallion, Kenny, Roonan, Murray, Elliff, Mc Goey, Hearne, Glennon, Connelly, Clavin vivían en los alrededores de Villa y de "La Azotea" (el campo de Da Francisca Clemente), impregnándolo todo con su espíritu particular: no en vano Barbieri les dedica un capítulo en "El Río Distante", a los irlandeses "pioneros del progreso de mis pagos":


"... Mary, con su ancho sombrero de paja, parecido al de Cecilia, y ligeramente caído sobre los cabellos rubios, les sonreía saludándolos con la mano. En medio de sus flores, toda vestida de celeste, levantando la mano en ademán gracioso, José María pensó que así había de verla por mucho tiempo".




Y luego, estaba allí el campo mismo; la llanura infinita-. Es ese campo al que Vicente Barbieri describe con sentimiento incomparable, aquel que únicamente nace de la ausencia del horizonte; Barbieri, ya en Bs As, ha dejado atrás las "abiertas praderas" del Oeste: imposible no recordar, no sentir en la vorágine de la gran urbe, una nostalgia desvastadora, un desconcierto sobrecogedor, una angustia sorpresiva, que corta el aliento: allí, entre las multitudes de gente y sonidos, aparece el arrullo de los eucaliptus mecidos por el viento de agosto, como un destello, apenas entrevisto en el recodo de una atestada calle porteña, la iridiscencia rosada-amarilla del atardecer casi eterno del verano, envuelto en gotas de tierra suspendidas sobre los caminos: Barbieri camina, errante, las calles de la Babel porteña, las diagonales laberínticas de La Plata, acosado, perseguido, marcado por el universo singular de la infancia:


"... ¿Cómo no amar las cosas que se nombran en el viento, junto a la última tranquera de la infancia, en el calor de las viejas revistas ilustradas con una guerra; y los trigales con máquinas segadoras, con sabor a tilo y junto a las parvas?


¿Cómo no decir Dios te salve el río, Dios te salve álamo, torniqueta, poste, almbre, corderos mellizos, vecinos, hornos, visitas, y atardeceres con carruajes?


Dios te salve..."




El, al igual, que Mr Hinds, y los irlandeses de su infancia, deberá emigrar: su isla, su "verde Erin", será aquel mundo perdido de Villa, de las chatas, de la Posta, de la Escuela, el río y el campo:


Ya no volvería a la isla, como tampoco volveria "Mr Hinds":


"... un día cualquiera, había atado a las varas el viejo mancarrón que le servía para movilizarse, había izado la banderita y partido hacia otros lugares..."




Barbieri, dotado de un don excepcional, presenció, en su infancia, sin saberlo, pero tal vez presintiéndolo, el fin de una época y el comienzo de otra: en "El Río Distante", reflejó el mundo anterior a la irrupción del automóvil, surcado apenas por el jadeo de las locomotoras a vapor: un mundo cotidiano, común, pero único. El mismo título de su obra encierra, en sí mismo, ese significado: distante quedó el río, reino de la niñez, con sus piratas y filibusteros, distante las Estancias y los nardos; el pueblito y Don Sebastian Rivero "el hombre de las idas y venidas" : más no sólo distantes en su espacio y tiempo reales sino en el devenir de las cosas: Barbieri narraba una ausencia (profunda y estremecedora, como todas las ausencias) singular: la de un modo de vida, en un espacio desaparecido. Desde la infancia, narra lo irremisiblemente distante, y vuele, como un mágico calidoscopio, a sus ojos de niño (los ojos de José María), deslumbrados y puros, para relatar, como al descuido, bajo alguna umbría galería, la narración fantástica y a la vez real, que nos llega envuelta en el sonido de las campanillas de la galera de Miani, en el olor a las parvas y trigos segados, tras la imagen de Villa María.




Marina Vaccarezza

Septiembre de 2006




Personas y sitios de Villa María y sus alrededores identificados en “El Río Distante”

Villa Elena: Villa María

La Abuela: Doña Francisca Clemente

La Escuela: La Esc Nº 7 de Villa María; que se conserva tal como cuando Barbieri cursó sus estudios primarios

La Azotea”: el campo de Doña Francisca Clemente. Actualmente es propiedad del Sr y Sra Kubler. Dentro de la casa, se conserva un sector de la casa original, de anchos muros de 45 cm de espesor.

“el inmenso puente de hierro sobre el Río Salado”: el puente del ferrocarril al Oeste, sobre el Río Salado, entre la Estación de Cnel Seguí y la de Warnes (Partido de Bragado)
Cecilia: con tal nombre llama Barbieri a su prima, tal vez pueda ser este personaje, Delia Salazar, con quien compartió su infancia.

“la señorita Leonilda”: Leonilda Vallerga, maestra de la Esc Nº 7

“Confitería Vallerga”: el almacén de ramos generales de Vallerga y Ferro, cito en Villa María, inaugurado el 08/09/1905 como “La Fundadora”, de Viñas Hnos.

Doña Visitación Morales: si bien no hemos encontrado referencias a esta anciana, el lugar descripto, así como las características del personaje, se asemejan a las referencias que encontramos sobre Don Fortunato Riccardi, el famoso curandero, quien vivía hacia un extremo del campo de Ortiz.

“el campo de la Azotea había sido comprado a una sucesión de Máximo Terrero”: exactamente, el campo que es actualmente propiedad del Sr Kubler se encontraba dentro de las 27.000 ha. Que poseía Don Juan Nepomuceno Terrero, padre de Máximo; quien fallece hacia 1866.
Alrededor de dicha fecha comienza la sucesión, a la que sigue la posterior venta, en parcelas muchos menores, dando origen a las Estancias que hoy subsisten: entre otros compradores figuran Scarabino, Casey, Kenny, Elliff, Viñas, etc.

Carlos Ortiz (1870-1910): afamado poeta chivilcoyano, autor de la “Oda a las mieses”, dirigente político nacional de renombre, quien, tal como describe Vicente Barbieri, fuera asesinado en el transcurso de un banquete en Chivilcoy. Su muerte generó toda clase de conflictos, ya que sectores opuestos del partido político al que Ortiz pertenecerá se culpaban mutuamente, remarcando una división ya preexistente.
Testimonios orales recogidos hace ya 20 años respecto a ese hecho daban cuenta que el disparo no era para el, sino para el señor sentado a su lado: pero no ha podido comprobarse.

Mr Hinds: así llamaba Barbieri al irlandés que vive en una casilla, en el campo de Clemente, quien canta baladas irlandesas y recuerda el mar. Errante y misterioso, Mr. Hinds levantará un día su casilla para ya no volver. Si existió realmente, bajo ese nombre, no ha podido comprobarse, pero si hemos recogido testimonios en la zona que relatan situaciones similares a las de “Mr. Hinds”: de hecho, se asemeja notablemente a la descripción de un viejo peón irlandés que vivía en una casilla, solo, cantando y hablando en alta voz, realizando algún trabajo liviano en el jardín, en la estancia de Don Eduardo Casey, a quien todos conocían por el “Viejo Balta” (Baltazar). Dado que la Estancia de Casey se hallaba en las inmediaciones de Villa, es altamente probable que este fuera el personaje que Barbieri recrea.

“la poveda Bianca”: la piccola Blanca, la madre de Barbieri, fallecida el 12 de septiembre de 1903

“Almacén, Despacho de Bebidas e Implementos Agrícolas de Don Antonio García”: Almacén de Banfie, que funcionaba como estafeta postal, ubicado sobre el antiguo camino Chivilcoy-Lincoln, hoy camino a Cnel Seguí “… recogíamos generalmente dos cartas y una tarjeta postal”

La casa de los Marini: la Posta de Scarabino. Barbieri llama a las tres hermanas Lucía, Filomena y trinidad Scarabino: Clementina, Enriqueta y Mariquita.

“hasta el embarcadero del ferrocarril”: se refiere el embarcadero de la Estación Ferroviaria de Cnel Seguí, distante una legua de Villa María.

“la marca de Yzaguirre”: antiguos propietarios de la zona, parte de la Estancia de Yzaguirre subsiste, con su magnífico casco mirando hacia “Las Palmeras” de Ortiz, sobre el camino real que conduce al paraje “La Piedra”, en Villa Ortiz, Estación Cnel Mom.

“la Cañada de los Peludos”: cañada que cruza el camino hacia Chacabuco, tal como lo describe Barbieri.
Joaquín, el vigilante del destacamento de Villa Elena: hacia 1925, efectivamente existía destacamento policial de Villa María. Uno de los vigilantes mas nombrados fue Martín Soto, casado con Josefina Cler, una de las cuatro hermanas Cler, criadas por la familia de Don Jacinto Cotorel.

“las tejas rojas de la Casa de Don Acevedo, hacendado y hombre de política”: Leonel Acevedo Díaz estaba casado con una nieta de D. Edmund Cranwell (Tiperarry 1805 – Bs As 1861) antiguo propietario de la zona, Clotilde Martina Cranwell (n. 1896), quien era la dueña de una parcela correspondiente al campo de su abuelo, inmediato a Villa María.

“la inundación le arruinó el campito”: en referencia a la inundación de 1914.

“Don Patricio Kenny, el de la Estancia “Los Algarrobos”: en referencia a Don Lorenzo Kenny, pionero irlandés, quien adquiera, hacia 1879 los campos que darán origen a su afamada Estancia “Los Martillos”, de la cual subsiste su caso mas que centenario, hoy propiedad de sus biznietos. La Estancia de Don Lorenzo Kenny fue un centro ovejero de gran importancia, y él mismo, Don Lorenzo, un hombre de influencia dentro de la comunidad irlandesa: de allí que sea él quien lleve la bandera el día en que se festejó en Villa María el fin de la “Gran Guerra”.

“Miani, el mayoral de la galera que hacía viajes a Chivilcoy”: efectivamente era Luis Meani propietario de la afamada galera, con parada en la Posta de Don Alejandro Scarabino, desde Chivilcoy, Paso de la Patria 654.

“Llegarían a la estación cercana, en el pueblito de Cnel Wight, distante una legua escasa de Villa Elena”: en referencia a Coronel Seguí.
Zulma: es la amiga de la infancia junto a Norberto, entre los compañeros de Villa María se encontraban Zulema Gallardo y Juan Funes (tal vez hermano de Liria Funes, la niña muerta en “Río Distante”, Agustín y María Masferrer y Delia Salazar. Lamentablemente no hemos podido hallar los registros de alumnos de la Esc Nº 7 del período 1910-1915.

Mauricio, el compañero de Escuela y Alicia, su hermana: fueron, en realidad Agustín Masferrer (nacido el 30 de agosto de 1903, un día antes que Vicente Barbieri) y su hermana María Masferrer.
Ambos concurrieron a la Escuela con Vicente: una hija de Agustín, Martha Masferrer de Carrettoni, recuerda como su padre y su tía hablaban de este episodio ocurrido en su niñez, tal como Barbieri lo relata en “El Río Distante”.
La familia Masferrer se encontraba entre los primeros pobladores de Villa María.







NOTA SOBRE VICENTE BARBIERI EN EL DIARIO "LA ACTUALIDAD" del 22 de abril de 1943


Un hijo de Alberti, al que en sus principios LA ACTUALIDAD calificara como un valor literario llamado a alcanzar los mas grandes destinos, acaba de obtener el segundo premio literario del año 1942, discernido por la municipalidad de la capital de la republica. Nos referimos al señor Vicente D. Barbieri, quién además del libro premiado: "La columna y el viento", ya tiene publicado "fábula del corazón" en 1939 ,"Arbol total" en 1940 y "Corazon del oeste" en 1941 siendo todos ellos unanimamente bien recibidos por la critica.

El señor Barbieri, que hace algunos años actuara en el periodismo local, se encuentra actualmente entretejiendo armonias en la ciudad de cordoba.

Nuestras felicitaciones y augurios de nuevos éxitos.


CALLEJITA DE MI PUEBLO

Callejita de mi barrio,
senda de luz en mi alma:
¡te recorren mis recuerdos,
sonámbulos de nostalgias!

Callejita de mi pueblo,
llena de luz y recuerdos;
callejita donde un día
oí cantar al ensueño...

Estás tendida en mi mente,
como un sendero de gloria
pavimentado en ensueños,
callejita evocadora...

Sendero por  donde un día
me fui en pos de un ángel bueno,
y, con la noche en los ojos,
volví siguiendo un espectro...

Callejita de mi pueblo,
que ya no pisan mis plantas:
¿hay todavía, en tus piedras,
sombras de flores y de almas?
Y en tus noches silenciosas
¿Besa, como antes, la luna,
aquel jardín, donde mi alma
sembró sus flores de angustia?

¡Cómo quisiera, calleja,
volver, como mis recuerdos,
hasta tu reja en que, un día
dejé apostado un ensueño!

Callejita de mi barrio,
senda de luz en mi alma:
¡te recorren mis recuerdos
Sonámbulos de nostalgias!

VICENTE BARBIERI
Seguí, XII, 1929








viernes, 6 de agosto de 2010

Semblanzas










Participación de habitantes de Cnel Seguí en la Historia Política, Cultural y Religiosa de Alberti




A partir de 1910 año en que se creó el Partido de Alberti fue notoria la participación de Coronel Seguí a través de su gente en la historia albertina.
Para comenzar deberíamos decir que en el Primer Concejo Delibe­rante en el año 1911, tuvo participación, primero como integrante y luego como Presidente, el señor Lino Viñas Loureyro. En esa época se fundó también la Unión Cívica Radical cuyo primer Presidente fue el Dr. Miguel Viñas Loureyro.
A partir de 1916, en los comienzos de la democracia, siendo Inten­dente el Dr. Carlos C. Díaz fueron concejales dos hombres de esta zona: Don Huberto Elliff y Don Eduardo Casey, En 1922 y hasta el 6 de septiembre de 1930 los Intendentes de Alberti fueron: Don Huberto Elliff, Eduardo Casey y Lino Kenny. Fue du­rante esta década que la vialidad en este partido tuvo un desarrollo impresionante. Así es como se logró la construcción de caminos con abóvedamíentos, terraplenes y alcantarillas a Coronel Mom, Coronel Seguí y Villa María. La construcción del puente sobre el Río Salado entre Alberti y Bragado, la reconstrucción con terraplenes y alcanta­rillas del camino a 25 de Mayo, la construcción del terraplén y puen­te llamado de «Ladaga», la reconstrucción del camino general a Plá, Palantelén y Achupallas, la construcción de dos puentes sobre las cañadas «San Antonio» e «Hinojo» en el camino a Chivicoy, la cons­trucción del camino general de Chivilcoy a Lincoln y del puente en el camino entre Coronel Seguí y Warnes.






D. Huberto Elliff




Lino Kenny



Recuérdase que hasta entonces no había prácticamente caminos, sino rastrilladas o sendas y que los cursos de agua (Ríos y arroyos) se cruzaban por los vados y a veces en botes o a caballo.
Es de hacer notar la gestión del entonces diputado Don José Vaccarezza ante las autoridades de la provincia y de la Nación para que estas obras pudieran concretarse.
A partir del 6 de septiembre de 1930 y hasta la revolución del 4 de junio de 1943 en que volvió la democracia, el país estuvo gobernado por el fraude, período que se ha dado en llamar «la década infame». En 1946 asume como comisionado el Dr. Antonio Mattocio, hijo también de este pueblo, el mismo que años más tarde fuera en diversas oportunidades candidato a Intendente Municipal, culminan­do su actuación política como diputado provincial entre 1974 y 1976, debiendo decir de él que, seguramente, fue la figura más importante del peronismo albertino, destacándose por su solidaridad y su espíritu democrático.
En 1958 es elegido Presidente del Concejo Deliberante de Alberti el señor Norberto Elliff, quien ejerce esta función hasta 1962. En 1963 es designado Candidato a Intendente por la UCR, en elecciones en que debía competir con otro coterráneo el Dr. Antonio Mattocio, y, la­mentablemente un mes antes de las elecciones Elliff fallece. Poste­riormente el Honorable Concejo Deliberante dicta una resolución para que en la Secretaría de dicho Cuerpo se coloque el retrato del dirigente fallecido. Dicha resolución fue aprobada por unanimidad. Esto constituyó u hecho histórico, ya que fue el único Presidente al que se le brindó ese homenaje. Lamentablemente, dicho retrato fue retirado por el Comisionado Municipal, Dr. Guillermo Villa, luego del golpe de estado ocurrido en 1966.
A partir de 1974, hasta 1976 y desde 1983 a 1999, fue designado concejal el Sr. Norberto Elliff, quien fue Presidente del Concejo en varios períodos. Debemos destacar a tres ciudadanos que ocuparon el cargo de Delegado Municipal en Coronel Mom: el Sr. Carlos Zunino, Adolfo Baume y Roberto Cavagnaro. Todos ellos por la Unión Cívica Radical.



Norberto (h) Churchill Elliff, presidente del Consejo Deliberante, acompañado por el Presidente de la Republica Argentina Raúl Alfonsin y el Gobernador Alejandro Armenday.




Antonio Mattocio, nació en Coronel Seguí hijo de Juan Mattocio, quien se desempeño como Alcalde de esta localidad en sus primeros años. Antonio fue Intendente Municipal y posteriormente Legislador Provincial.-





Año 1958. Don Norberto Elliff Pte del Concejo Deliberante tomando juramento como Intendente Municipal a Don Raúl D. Vaccarezza




Colaboración: Norberto Elliff


ANDRES MARTIN HECTOR CREMONA LUCHINI


Hijo de Carlos Miguel Cremona y Felisa Luchini nacio en Chivilcoy el 11 de noviembre de 1906. Fallecio en Chivilcoy el 3 de septiembre de 1995. Sus padres radicados en la ciudad de Buenos Aires eran propietarios de una estancia situada en el cuartel VII de Chacabuco llamada San Carlos, quien fue adquirida por Carlos Luchini, Arquitecto, abuelo de Andres en la decada de 1870, dedicada a la explotacion agricola ganadera. A los seis años con sus padres y su hermano mayor Carlos, Andres realiza un viaje por Europa en el vapor principe Umberto. Durante su niñez y por haber sido compañero de estudios en el colegio nacional de Buenos Aires de su padre, frecuenta asiduamente al doctor Alfredo Palacios, quien en reiteradas oportunidades visita la estancia. Realiza sus estudios en el colegio Sarmiento cito en las calles Libertad y Juncal, conocido como cinco esquinas en la Ciudad de Buenos Aires, recibiendose de bachiller.
Terminados los estudios se radica en el campo de su familia que desde 1910 pertenecía al recien creado partido de Alberti cercano a Coronel Segui pueblo fundado en 1907 al lado de la estacion del mismo nombre. Alli realiza una importante actividad social dentro del Club Sportivo Independiente desde 1928 a 1932 ocupando varios cargos de importancia entre ellos el de Presidente.
El 27 de febrero de 1937 contrae matrimonio en Chivilcoy con la Srta Elina Aracelia Ibarrola, de su unión vendran dos hijos Elina Felisa Cora y Andres Guillermo. Luego de radicarse en San Lorenzo , Pcia Santa Fe, vuelve a Coronel Segui, donde instala un almacen de ramos generales y ferreteria junto con comercializacion de cereales que se llamaria Cremona Silva y Cia, a fines de la decada del cuarenta y hasta finales de los años cincuenta radicandose posteriormente en Chivilcoy, dedicandose hasta su muerte a la produccion agropecuaria en los campos que fueron de su familia tarea continuadas hoy por su hijo y nieto.
Andres también participo en politica militando primero en la Union Civica Radical y posteriormente en la Union Civica Radical Intransigente ocupando en varios periodos el cargo de concejal en representacion de Coronel Segui.


En 1955 durante el frustrado gobierno de Raul Vaccarezza que fue intervenido a los 11 dias de asumir por el peronismo, posteriormente fue reelecto en 1958-1962 y 1963-1966. Andres fue una persona que desde Coronel Segui realzo la politica albertina.








Viaje que realizó Andrés junto a su familia a Europa en el Vapor Principe Umberto, en el año 1911


Don Andrés Cremona Luchini




Carta dirigida por Alfredo L. Palacios a Carlos Cremona, padre de Andrés.







Asamblea Gral Ordinaria DEL Club Sportivo Independiente, del año 1929, en la cual fue elegido Presidente Don Andrés Cremona




Participación de habitantes de Cnel Seguí en la construcción de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario


Quiero destacar la inmportancia de vecinos de Coronel Segui en el desarrollo de la fe catolica en nuestro partido, la que se vio reflejada en la donación hecha en año 1905 de la imagen de la Inmaculada Concepcion para la primera capilla de Alberti por la señora Manuela Loureyro de Viñas .


Posteriormente al decidirse la construcción de un nuevo templo que contemplara el aumento de la poblacion y necesidades parroquiales, se constituyó una comisión para el logro de dicho fin. Ella estaba integrada entre otros por tres vecinos de Coronel Segui, Eduardo Casey, Huberto E Elliff y Lino Kenny, los que contribuyeron fuertemente para el logro de tan noble fin. Al finalizar hacia fines de 1930 la construccion de la iglesia "Nuestra Señora del Rosario", la familia Viñas Loureyro donó los tres altares de mármol que hoy la engalanan valiosísimo tesoro de nuestro comunidad.


Con esto he querido significar la importancia de Coronel Segui a través de sus vecinos en el desarrollo de la fe religiosa de nuestro pueblo.



Norberto Elliff

Altar mayor donado por la familia Viñas, que hoy engalana la Parroquia Nuestra Señora del Rosario.


Parroquia Nuestra Señora del Rosario, al momento de su inaguración