Datos de algunos pobladores de Coronel Seguí a partir de 1911

Juan Gregorio Casey, en este año cumpliria su centenario de vida

Mariana Recondo (n. 1916) contrajo matrimonio con Juan “Tuco” Casey (n. 1911).

Juan Gregorio Casey, hijo de Don Juan José Casey y de Doña María Zapata, nació en estas tierras el 14 de septiembre de 1911. Junto a sus hermanos Nacaridia, Publio, Herilda, Horacio, Edelmiro,Lelia, Reynaldo y Geraldo, concurrió a la Escuela de Coronel Seguí, siendo sus compañeros y ami­gos Clorindo «Pepe» Córdoba, Norberto Elliff y Antonio Mattocio.
Desde muy joven jugó al fútbol en el Club Juventud Unida de Alberti junto a su hermano Publio Casey.
A los veinticinco años se casó con Mariana Carmen Recondo y tuvo cuatro hijos: Juan Eduardo, María Teresa, María Leticia y María Graciela. Se dedicó a la labor del campo, realizando las tareas de siembra y cosecha, como así también la cría de ganado, la atención del mismo, (como vacunación y yerras), actividades estas que hacía extensivas a los chacareros vecinos. Su hobby eran las carreras de trote.
Falleció a los 80 años en Chacabuco, el 23 de febrero de 1992.
Es un orgullo escribir sobre la vida de mí padre; de él aprendí, por sobre todos los valores, el de la caridad en la práctica diaria, ayudando siempre al que lo necesitaba y cultivando la verdadera amistad.

María Teresa Casey

Esta es la foto que tengo de mi padre Juan Gregorio Casey y Zapata con su caballo de carrera de trote, que se llamaba Patri.

La breve historia que me contaban era que yo le puse Patri cuando nació. Yo tenía tres años y con mi media lengua no podía pronunciar “Potrillo”.

Al caballo lo recuerdo con mucho cariño , y si cierro los ojos lo veo a mi padre en el sulky de carrera compitiendo en algunas carreras de la zona.
Tardes de domingos, que eran una fiesta porque salíamos de picnic en familia, para presenciar esos eventos.

Luego con los años, tuve la suerte de visitar Irlanda. Y en la zona del Noroeste de la isla (zona de Connemara) pude observar gente que entrenaba a sus caballos en los sulkies “bicicletas” como decimos nosotros. Y se anunciaban carreras de trote en afiches… y fue un volver a vivir mi niñez y recordar a mi padre y su hobby. Entrenar caballos de trote y correr carreras de trote. En Coronel Seguí…

Recuerdos…


Grace Casey


Niños Recondo Albano en Coronel Seguí hacia 1923: de Izq. a der. Sara, Mariana, Brigida, y Juan

Juan Eduardo, María Teresa, María Leticia y María Graciela Casey Recondo


Nietos de Juan Gregorio Casey

Teresa y Leticia Casey, en el año 1958

Teresa Angela Albano

Murió el 17 de octubre de 1930 y Juan el 8 de enero de 1931, dejando a sus hijos huérfanos, quedando al cuidado de su abuela Brígida Casino de Albano. Juan Recondo poseía una pequeña parcela de campo en el límite actual entre el partido de Alberti y Chacabuco, próxima a los campos de Zubeldía.En ese campo vivieron Mariana y sus hermanos.


María Rodríguez de Viera

Pobladora en los inicios de “Villa Seguí” Da. María trabajaba como lavandera.
Su hija Manuela nació en el año 1903.


Barbarita Soldevia Díaz

La familia Soldevia fue propietaria de campos en la zona.


Brígida Casino de Albano

Italiana. En Villa Seguí, hacia 1910, vivían dos hermanos Casino: Brígida y Vicente. Vicente era italiano y agricultor.
Brígida contrajo matrimonio con Angel Albano, y tuvieron al menos, dos hijos: Francisco (n. en 1898) y Teresa Angela (nacida en 1900).
Teresa Angela contrajo matrimonio con Juan Recondo (italiano, agricultor).
Angela Albano y Juan Recondo fueron padres de:
Mariana (n. en 1916)
Brígida (n. el 28 de septiembre de 1917)
Sara (n. en 1920)
Juan (n. 1922)
Martín (n. 1921)
Angela (n. 1927)


Amelia y Herminia Herrera

Provenientes de la localidad de Dolores, fueron las primeras maestras de la Escuela Nacional Nº 26 (ver familia Lagrotte). Herminia (1887-1957) casó con José María Blas Lagrotte (1890-1940), Amelia falleció soltera en Cosquín,Córdoba.

Familia Lagrotte, registrados en la zona "Campos de D. Francisco Viñas" aproximadamente en el año 1880


En septiembre 23 de 1883 Don Andrés Vaccarezza, vende a D. Bartolomé Lagrotte, un artículo fuera de lo común: la famosa maquina atadora y segadora “La invensíble guerrera”. Esta máquina, que representaba todo el avance tecnológico de fines del siglo XIX era distribuida por la firma “Theobald y CIA.”, de la cual Andrés Vaccarezza era representante zonal.
D. Lagrotte, un hombre que tomaba riesgos y confiaba en el progreso de su empresa, aparece en fecha muy próxima, 1880, asentado por el agrimensor Carlos Schuster, como habitante del campo de D. Francisco Viñas
Por la compra que realiza, D. B. Lagrotte, debió dedicarse, necesariamente, a trabajos rurales; muy probablemente como chacarero en campos de D. Francisco Viñas.
Su presencia en la zona continuó por largos años. La familia Lagrotte se destacó por su contribución al progreso general: ya habilitada la Estación de Coronel Seguí, abrirán allí un importante centro comercial: el “Almacén de Ramos Generales de Lagrotte”, que se hallaba ubicado lindante con las vías férreas. Allí funcionó años después la Escuela Nacional Nº 26. Un hijo de D. Bartolomé Lagrotte contrajo matrimonio con Da. Herminia Herrera, primera y recordada maestra de dicha Escuela.


Francisco López Castro


Poseía un importante Almacén con Hotel y anexo, negocio que abrió sus puertas hacia 1920 y cerró alrededor de 1930. Dicho negocio perteneció posteriormente a Juan y Miguel Albamonte, para pasar luego a manos de D. Lorenzo Moran, casado con Elvira López Castro. Construyó este palomar, que aún se conserva.




Indalecio López

Registrado entre los primero pobladores de Villa Seguí, como “criador”, tal vez de ovejas, era argentino. Su hijo Bernardo nació en 1899 y concurrió a la Escuela Nacional Nº 26 de Villa Seguí. Indalecio Lopez aparece registrado en el “Libro de esquilas” de la Estancia “Los Manuelitos”, como esquilador, hacia 1913.


Pedro Repetto

Italiano, conocía a la perfección múltiples oficios: se destacaba como ebanista. Instaló en Coronel Seguí su taller de herradura y reparación de Carruajes. Contrajo matrimonio con Da. Juana Nasso (italiana), radicándose en Coronel Seguí en el año 1908.Sus hijos Pedro, María Elena (n. 18/01/1912), Juan, Julio, Margarita, Cipriano (n. 25/09/1921), Miguel y Rosa.





A fines del siglo XIX, la convulsionada región del norte de Italia, indefinida por las constantes guerras territoriales abonadas por odios ra­ciales, expulsaba a muchos de sus habitantes en búsqueda de horizontes más tranquilos y propicios para desarrollarse y crecer. Entre tantos, una familia oriunda de Montenegro, logró desplazarse hacia el sur de la pe­nínsula y en Genova embarcar hacia la promesa del nuevo continente: la América en donde todo estaba por hacerse y en donde habría una opor­tunidad. Así, a la edad de 6 años llegó a la Argentina don Pedro Repetto. Al poco tiempo su familia se radicó en Mercedes en donde se educó, cre­ció, y aprendió los oficios de carpintero ebanista y herrero; siendo joven se trasladó a Suipacha en donde montó un taller y conoció a doña Juana Nasso, con quien contrajo matrimonio. Poseedor de un espíritu inquieto y emprendedor por naturaleza, en 1908 se desplaza con sus herramientas e ilusiones a Coronel Seguí, contándose entre sus primeros habitan­tes. Construye un galpón para la herrería y la casa de familia en forma contigua y en el mismo predio. Allí nacieron y crecieron sus hijos: Pedro, María, Juan, Julio, Margarita, Cipriano, Miguel y Rosa. A poco de comenzar su actividad en el nuevo pueblo, sus trabajos cobraron fama de calidad y eficiencia, de manera que era constante la concurrencia de agri­cultores de la zona que llevaban a reparar sus herramientas y carruajes, provocando el crecimiento de la herrería en donde llegaron a trabajar unos diez empleados. En ese taller, entre otras cosas de utilidad para los vecinos, también se fabricaron los bancos actualmente en uso en la Capi­lla del Sagrado Corazón. Participó activamente en la construcción de la escuela primaria y del club Independiente, aportando sus múltiples conocimientos e iniciativa.
En 1956 a los 78 años, falleció en su casa de Coronel Seguí, dejando la imagen del hombre ya anciano junto al fuego del hogar, equipado con pipa y boina y enfrascado en interminables lecturas en latín, castellano e italiano. Así lo recuerda su nieta Irma Córdoba en la imagen familiar del abuelo rodeado de sus nietos, esperando turno para montar en su regazo.



Irma CórdobaPedro, Juan, Julia y Elena Repetto


Cipriano José Segundo Repetto

Nacido en Seguí el 25 de septiembre de 1921, era el 6° de nueve hijos de la familia formada por Pedro Repetto y Juana Nasso, afincada en el lugar entre los pioneros.
Cipriano, heredero de los oficios de su padre, fue albañil, carpintero y, entre muchos otros trabajos, participó en las labores de carpintería de la Capilla de Seguí y de la Escuela N° 21. Hombre activo en la vida comunitaria y gran depor­tista, se destacó como futbolista y acumuló también muchos trofeos como ciclista. Presidió el Club Independiente e integró comisiones y cooperadoras de la localidad. Su esposa, Isabel, hija de Justo González y Felisa Colombo, panaderos de Seguí, le dio 7 hijos: Rene, Raúl, Roberto, Rodolfo, Raquel, Rolando y Rosana.En la década del '60 se afincó en Ituzaingó y junto a algunos de sus hijos trabajó en la construcción, y en años poste­riores llegó a poseer un geriátrico. En Ituzaingó también participó activa­mente y presidió comisiones de fomento y la Unión de Comerciantes. Falleció el 1° de junio de 2003.
En Coronel Seguí su nombre se trata con cariño y respeto y muchos lo recuerdan pasando en su apreciada «chatita».





Juan de Dios Silva y Luisa Diego

Ambos provenían de Zamora, España. Llegaron en el año 1909 con dos de sus hijas ya nacidas. María de los Ángeles Silva tenia cuatro años. Se radicaron en Navarro, luego en Mercedes, y posteriormente en Ayarza. Finalmente, en Coronel Seguí, donde instalaron la primer fabrica de quesos. Tuvieron 10 hijos entre ellos: Avelino contrajo matrimonio con Élida Llull; María de los Ángeles (1905); Cándida contrajo matrimonio con Castro (n. en 1917); Luís (n. 1927).
Hacia 1945, Villa Seguí era un pueblo de 900 habitantes: había un importante movimiento comercial, generado por el tráfico ferroviario: grandes almacenes de ramos generales atendían las demandas de la población y chacras vecinas: el almacén de Blas Lagrotte “El destino”, con gran salón de despachos, que poseía anexo un sector en el que funcionaba la Escuela y una casa en el que vivía la maestra con su familia; el almacén “La Buena Medida” de Arregui Hnos., que se encontraba en el sitio donde están hoy los silos de la firma Eduardo Beraza S.A; el cual fue comprado por los hermanos Baldomero y Bonifacio Fernández; el almacén de Cremona, Silva y Cia.
Otros almacenes, no de ramos generales, fueron los de Ignacio Martín y Almacén de Castro.
Famosa en la zona era la fabrica de chatas y carros de Pedro Repetto; que abastecía la gran demanda de estos medios de transporte.
Las tiendas de José Amin y Slaimen Hattar proveían de ropas y géneros, así como la farmacia de Carballo proveía de remedios, ungüentos, lociones, etc.
“Cuando éramos chicos, la ilusión era el tren, verlo llegar y partir, con su locomotora a vapor”. Íbamos todos los días a la Estación, donde el movimiento era continuo: llegaban mercaderías de todo tipo y se cargaba todo el cereal.
Al almacén, al amanecer llegaban las chatas del campo: días había hasta dos largas cuadras de chatas paradas con sus correros esperando para tomar una copita de ginebra antes de atracar en la Estación: veinte o más, cargadas de bolsas. Algunos chacareros hacían hasta dos viajes por día a los galpones del ferrocarril. Venían de Carrizales, de Villa María, de los campos de Chacabuco, de los de Viñas, hasta de 3 leguas o más. Lo mismo ocurría en Coronel Mom.

Recuerdo de su hijo Luis Silva (1927 - 15/02/08)

Fotografía tomada en Capilla Santo Ctisto de Cnel Seguí. Bodas de Oro del matrimonio Silva-Diego.

De Der. a izq: "Loly" Re, NN, "Cacho" Mataza; "Cacho" Bernardi y "Cacho" Díaz. Detrás, la cremeria con su chimenea de Silva.

Alfonso Silva

Nacido el 2 de septiembre de 1920 en Mercedes (B), se radicó en Seguí siendo un niño que no contaba aún los 10 años. Sus padres, venidos de la madre patria, Don Juan de Dios Silva y Luisa Diego, trabaja­ron en la conocida cremería que en esa época era empresa floreciente y donde él comenzaría, desde muy joven, como em­pleado. Sus labores continuaron en un almacén de ramos generales, también junto a sus padres, para independizarse alrede­dor de 1955 cuando, en sociedad con uno de sus hermanos, se dedicó a la compra y venta de lechones y más tarde a la agricultura. Casado con Rosa Bernarcli, con quien concibió seis hijos: Juan Emilio, María Luisa, Carlos, Osvaldo, Andrea y Ángel, siempre dedicó parte de su tiempo a labores comunitarias por las que fue muy reconocido. Participó de la Cooperadora de la Escuela, presidió el Club Independiente en una gran época e integró la Comisión de Fomento de Seguí.
Respetado y recordado tanto por su vida pública como privada, falleció a sus jóvenes 61 años el 28 de febrero de 1981. Muchos de sus descendientes están en esta localidad rural de Alberti.

Clorindo Pepe Córdoba

Segundo hijo del matrimonio formado por Germán Córdoba y Juana Bermúdez Casco, pioneros de este pueblo, nació el 25 de marzo de 1911. Creció junto a ocho hermanos: Tomás, Oscar, Moncho, Alfredo, Juan, Amelia, Nélida y , Norberto y desde muy joven comenzó a ganarse la vida como trabajador rural y jorna­lero. Se casó el 4 de septiembre de 1937 con doña María Elena Petrona Repetto, hija de Pedro Repetto y Juana Nasso. Al poco tiempo probó suerte como agente de la policía provin­cial en la ciudad de Ensenada; luego en la incipiente industria siderúrgica en Buenos Aires, pero, extrañando su pueblo, dejó los beneficios económicos y regresó a su terruño. Consiguió trabajo como portero de la escuela, donde se desempeñó durante cuaren­ta años. Padre de una hija, Irma Clotilde, y entusiasta del fútbol, jugó en el equipo de «La Mariposa» y varios equipos de la zona, a la vez que alentaba a los alumnos de la escuela en su práctica y difusión, organizan­do competencias con otros colegios. Fue miembro fundador y directivo del Club independiente y la Cooperadora Escolar. Entrañable amigo y vecino, se lo recuerda junto a Norberto Elliff y «Tuco» Casey, con quienes compartió sus mejores años. En 1979 dejó el pueblo para trasladarse a la ciudad de Alberti, donde falleció el 28 de abril de 1995, a los 85 años, añorando regresar algún día a su querido Coronel Seguí, habiendo trans­mitido ese amor a sus níetos.

Juana Bermúdez Casco, madre de Clorindo Pepe Códoba

Juana B Casco contaba a su nieta, Irma, que en su lejana juventud, hacia 1895, iban a caballo a los bailes de Chivilcoy con sus hermanos. Para embellecerse, se espolvoreaban su rostro con harina y se hacían pequeños y seductores lunares con corcho. Así obtenían la palidez tan usada a fines del siglo XIX.
Uno de sus hijos José Clorindo (25-3-1911 29-4-1996); contrajo matrimonio con María Elena Petrona Repetto (18/01/1912 2001); hija de D. Pedro Repetto. María llego a ser una eximia modista, famosa en toda la zona por la belleza de sus creaciones, para los que encargaba géneros especialmente a Buenos Aires. Fue su maestra de costura Da. Consuelo Fahy. Se destacó especialmente en el diseño y hechura de vestidos de novias, de constituían la admiración de todos los que los veían. Falleció en la ciudad de Alberti el 24 de mayo de 2001.
Juan F Servente: Nació en el año 1883. Agricultor de Coronel Seguí. Falleció el 30 de agosto de 1945.
La familia Servente poseía el famoso servicio de transporte de colectivos “La Florida” (Coronel Seguí – Chivilcoy) cuyo chofer, era, hacia 1950, el Sr. Juan Magni.

María Elena Repetto y José Pepe Códoba

Pedro "Chocho" Campetti y José "Pepe" Córdoba

Juan F Servente

Nació en el año 1883. Agricultor de Coronel Seguí. Falleció el 30 de agosto de 1945.La familia Servente poseía el famoso servicio de transporte de colectivos “La Florida” (Coronel Seguí – Chivilcoy) cuyo chofer, era, hacia 1950, el Sr. Juan Magni


Pedro Pablo Sosa

Hijo de un Pedro Sosa que se afincó con los primeros pobladores de la zona y de Margarita Fahey, nació el 30 de Junio de 1920, aunque la libreta canta un 16 de julio. Desde sus 84 años recuerda la mayoria de los episodios de su vida y de su pueblo, como aquella "pegatina de carteles" cuando tenia 9 o 10 años, para la elección a Gobernador, en que su padre le dio, junto a otros pibes, la responsabilidad de pegar los afiches radicales. Futbolista de alma, integró el famoso equipo de "La Mariposa" de Seguí y luego jugó en Colón de Chivilcoy y en Juventud Unida de Alberti, siempre como wing izquierdo. Radicado en Capital desde 1938, pudo cumplir su sueño de volver en el ´78 y en su memoria aparecen sus tiempos de jornalero, capataz de galpones y un montón de recuerdos familiares y sociales de su larga historia personal.


Adolfo Baume

Nació un 19 de marzo de 1920. Fue uno de los 8 hijos de Don Pedro Baume y Clara Barile, trabajó junto a ellos en los campos de Don Huberto Elliff. Se casó el 17 de marzo con Jesús Laura Cabrera con quien tuvo dos hijos: Carlos y Mario Luis.

Posteriormente sus padres adquirieron un campo en las cercanías de Coronel Mom y ahí se trasladó Adolfo con toda su familia.

Fue ahí, en Coronel Mom donde se desarrolló una intensa actividad social. Fue: Presidente de la Cooperativa Electrica, de la Biblioteca Popular Florencio Ameghino, integró la Comisión Cooperadora de la Escuela de Comercio y la Comisión de Fomento. Como político, desde su juventud adhirió a la UCR, siendo concejal en el período 1983-1985 y posteriormente Delegado Municipal.

Falleció el 30 de Octubre de 2004 a la edad de 84 años.

Recordar a Fito, como comúnmente todo el mundo lo llamaba, pero por sobre todas las cosas a un hombre que sirvió a la comunidad desde los múltiples cargos que ocupó en los que mostró su capacidad y gran solidaridad social.

Para terminar debemos decir que Fito Baume perteneció a esa generación de dirigentes en extinción, que daban todo sin pedir nada a cambio.



Don Juan Graciano Baume

Vecino que supo ganarse el aprecio de quienes lo conocieran. Nació el 24 de noviembre de 1897 en el campo de la familia Elliff. Su padre era suizo y su madre, argentina descendiente de vascos.

Desde muy joven comenzó a trabajar en tareas rurales, fue empleado en la panadería de Eduardo Venturino, luego repartidor de mercaderías del almacén de Arregui Hnos y por último, aprendió herrería y carpintería con Don Pedro Repetto.

Al casarse con Saturnina Gallardo, oriunda de la vecina localidad de Villa María, se dedicó a la agricultura y la ganadería. Para ello arrendó un campo de Ana Ronan, donde formó su familia con amor y sacrificio. Al venderse ese campo se retiró de sus actividades radicándose con los suyos en esta localidad de Coronel Seguí, luego de jubilarse. Murió el 13 de septiembre de 1977.



Juan Carlos Baume

El día 6 de abril de 1933, Saturnina Gallardo y Juan Graciano Baume recibieron con alegría la llegada de su rpimer hijo: Juan Carlos Baume. Juancito recibió su educación primaria en Coronel Seguí; 5º y 6º grados los cursó con su maestro particular, dando examen en Alberti, también hizo un curso de mecánica por correspondencia.
Comenzó a trabajar junto a Don Muguel Devincenzo, iniciándose con él en el trabajo rural y el mecánico. Con el tiempo se independiza, formando una sociedad con Osmar Nazabal (la que se disuelve en 1988), instalando un taller mecánico: "El Porteñito" y, poco a poco, con esfuerzo y dedicación fue adquiriendo máquinas cosechadoras, convirtiéndose tambien en contratista rural.
Desde pequeño sintió la pasión por "fierros". Construyó su propio auto de carrera con el cual participó en categorías zonales. Era su hobbie: no le importaba destacarse sino disfrutar del automovilismo.
Presidió la Comisión del Club Deportivo Independiente de Coronel Seguí. Tambien se lo contó entre los pioneros de la Cooperativa Eléctrica de Coronel Seguí, animándose a tender la línea que llevó la energía eléctrica desde Alberti hasta su pueblo natal. A tal fín, utilizando unos de sus tractores, ideó y construyó una grúa para levantar postes. Dicha grúa fue admirada y elogiada por representantes de la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (1968-1970)
En 1976 se casó con Ana Mabel Prego. uvo un hijo: Gastón Salvador y una hija del corazón: Rosa Ana Duville.
Fue solidario: siempre ayudó a quien lo necesitaba. El nuevo barrio de viviendas de su pueblo lleva su nombre: esto manifiesta que a lo largo de su existencia no solamente supo cosechar miles de hectáreas, sino también el respeto y el cariño de todos los que lo conocieron.
Al fallecer, el 31 de Octubre de 1999, dejó a su familia no sólo valores materiales, sino la más valiosa de las herencias: el ejemplo de su vida.-

Norberto Elliff

• A 10 AÑOS DE SU MUERTE

Cuando faltaban apenas 22 días para el acto comicial del 7 de julio de 1963, en que habría de ser consagrado Intendente Municipal de Alberti, dejó de existir -el 16 de junio- Norberto Elliff.

Nadie en este pueblo dejó de sentir como propio el dolor causado por tan inesperado suceso, que arrancaba, por designio de Dios, a un ser tan querido del lado de los suyos y de sus innúmeros amigos.

Norberto Elliff hubiera llegado a aquella función público -que nunca buscó, sino que debió aceptar por imposición de sus correligionarios, como antes la presencia del Consejo Deliberante-, por relevantes méritos propios, acreditados en el decurso de su no muy larga carrera política, desarrollada siempre en el seno de la UCR.

Dentro de esa agrupación política -de la que su padre, don Huberto E. Elliff, fuera uno de los fundadores en Alberti-, ganó la consideración general porque tenía reunidos en sí los altos valores morales, cuya base fundamental residía en el lar paterno, en el que supo asimilar las enseñanzas y las disciplinas de una vida honorable y digna, que él consiguió transmitir a los suyos, cuando dejara formada su propia familia.

Fué siempre un hombre con vocación de generosidad, y su actitud de servicio en favor de cuanta causa noble fuera de su conocimiento, le valió el consentimiento del vencidario -en su Coronel Seguí y aquí en Alberti-, crendose una imagen y una situación de preferencia, a la que supo hacer debido honor durante toda su vida.

A diez años de su desaparición no se ha extinguido su buen recuerdo, y de ahi que sus amigos, correligionarios y vecinos renueven en la ocasión los sentimientos de hondo cariño y de respeto que siempre se mantienen latentes para col el Norberto Elliff.-

Nota extraida de Diario La Comuna - Año 1973

• ASI LO CONOCI...

Lo conocí cuando concurriamos al Colegio Buen Consejo; era pupilo, en el tiempo que desempeñaba la dirección el padre Martín Rodríguez y secretario el padre Agustín arcia. La legión de internos era numerosa, generalmente alumnos cuyas familias residían fuera de Chivilcoy. Norberto Elliff pertenecía a una familia de hondo arraigo en la zona de la colonoa bastante amplia de irlandeses radicados en los aledaños de nuestro partido, tales como los Casey, los Kenny, O´Leary Duffy, y tantos otros dedicados desde lejanos tiempoa a las labores rurales, especialmente ganaderia...

En las proximidades de Coronel Seguí se establecieron los Elliff, el tronco de la familia, don Huberto, fue de los hombres progresistas de la región por su dedicación al trabajo y por la amplia y siempre dispuesta generosidad por los principios cristianos que conformaban una firme y bien recortada personalidad. Fue intendente de Alberti y se recuerda con insistencia la administración de aquella comuna. Los retoños fueron educados en principios morales enaltecedores y cuyo ejemplo estaba en cada paso en la conducta del progenitor...

Norberto fue siempre un muchacho serio y responsable desde muy niño. Sereno, inteligente, rara vez o casi nunca se le sorprendía en una de esas niñerias propias de la edad temprana. Demostraba una madurez espiritual con anticipación. Se destacaba por su correcto comportamiento y por la dedicación al estudio, aunque no era de los más inclinados a los libros. Pero había en él dotes naturales que lo distinguían del conjunto y sus conversaciones se manifestaban sobre asuntos serios, aunque se tratara de los juegos y deportes propios. Disciplinado en su vida cotidiana de estudiante del Colegio sentía predilección por las faenas del campo...

Fue de aquellos compañeros que no se olvidan porque con su camadería sobria, con sus excelentes sentimientos y con la amistad perdurable en el transcurso de los años inciden ene le recuerdo y están siempre presentes tales o cuales condiciones.

Ya mayores, soliamos encontrarnos en Cnel Seguí y no faltaba oportunidad para una larga conversación en la que recordabamos los tiempos del colegio o comentábamos cuestiones deportivas; le gustaba jugar al fútbol o hablabamos de cuestiones relacionadas con las actividades rurales... En el fútbol se destacó; era un extremo derecho veloz y shoteador que llego a formar parte del seleccionado de la Asociación del Oeste, en un conjunto de valiosos elementos. ambién militó en equipos de nuestra localidad y cultivaba el deporte por el deporte mismo, con la responsabilidad puesta en evidencia en su vida cotidiana... entre los recuerdos se mantiene vivo aquel en que efectuando trabajos de desagotar una laguna en el establecimiento de campo "La Mariposa", conjuntamente con varios empleados rurales, descubrió en la zanja practicada con una pala a buey un animal fósil, en cierta manera común en la llanura pampeana. Por la zona fue un acontecimiento haber hallado un gliptodonte... Embolsaron aquellos restos fósiles y los enviaron a un museo de ciencias naturales de la capital.

Siempre fue estimado por todos aquel hombre que desde muy temprana edad mostraba signos de su seriedad para emprender las tareas y exigencias de la vida. Le agradaba alternar con quienes tomaban las cosas en serio y participaba de las actividades con una caballerosidad natural, sin desentonar en ningún ambiente donde le tocara actuar.

Correcto y sobrio, de modales mensurados, de hablar pausado, mantenía sin esfuerzos la conversación sobre los temas mas diversos y junto a él siempre se estaba cómodo.

En sus actividades rurales contrajo el mal de los rastrojos. Se lo trató oportunamente y cuando le dieron de alta en la clínica donde estuvo internado, al entrar en la convalecencia, le falló el corazón.

Se hallaba en la plenitud de sus medios: joven aún su muerte provocó manifestaciones de hondo pesar en el amplio circulo donde se le conocía y se le estimaba, porque sin lugar a dudas despertaba afectos, simpatía, se le respetaba y se le estimaba sin retaceos...

La imagen de aquel muchacho sobrio, permanece inalterable en el transcurso de los años y siempre habrá algún motivo para recordarlo con verdadero cariño...

Francisco A. Menta

Nota extraída de Diario La Razón - 7/10/1973

• HOMENAJE A ELLIFF

Al finalizar la sesion que el concejo deliberante realizara el domingo 6,en la secretaria del cuerpo descubriose un retrato de quien fuera su presidente, señor Norberto Elliff.

Hallabanse presentes la sra Elena Menica deElliff,sus hijos y otros familiares del extinto; todos los miembros del cuerpo deliberativo;el intendente municipal doctor Raul Vaccarezza;el senador Provincial A ngel Orfila y vecinos deCoronel segui y Coronel Mom.En la oportunidad uso de la palabrael señor Roberto L. Sasso, quien dijo:(Una decision de nuestro concejo deliberante, que Norberto Elliff jerarquizara con su presencia y su presidencia dispuso que en este recinto fuese colocado su retrato.

"Y no estamos asistiendo aqui a la simple formalidad de dar debido cumplimiento al mandato que nos impuso nuestra conciencia,impulsada por identicos sentimientos, sino que, elevando nuestro espiritu hacia el mas halla, estamos recordando vividamente la singular personalidad de quien ejercio con dignidad, mesura y equidad el honroso cargo que la ciudadania le confiara."Digo esto en mi caracter de presidente del concejo deliberante, designado para concretar el merecido homenaje a Norberto Elliff.Pero quiero que se me permita hablar, tambien como amigo del querido compañero,que lo era de todos nosotros por igual,"ya que nos ofrecio con la misma intencidad el valioso caudal de su bondad, de su compañerismo, de su don de gentes y de su envidiable ejemplo de sencillez virtudes estas que lo distinguieron entre sus colegas.

"Quede, entonces,aqui, su retrato como expresion material de una idea de todos los miembros del cuerpo deliberativo municipal; Y quede tambien, nuestro permanente recuerdo afectuoso para quien supo ganar un lugar de privilegio en nuestros corazones"

Por su parte, el concejal doctor Guillermo Villa en nombre de la union conservadora,pronuncio breves palabras en adhesion al homenaje que se cumplia.

Nota extraida del diario "la comuna" de septiembre de 1963

Agustín Enrique “Tolo” Ciricola

Nació el 25 de mayo de 1939 en el campo de Lagrote, donde estaba la antigua escuela. Hijo de Rosario Báncora y Tomás Ciricola, cursó la escuela primaria en Seguí. Con 15 años de edad comenzó a trabajar en el campo del Sr. José María Kenny; a los 20 años dejó ese empleo para cumplir con el servicio militar en Campo de Mayo. Casado con Celia D'Alessandro, tuvieron dos hijos: Ariel Hernán y Agustín Ezequiel. Tras un tiempo de trabajar en sociedad con Juan Carlos Maffeo, con camión y equipo propios, reanudó su labor junto a al Sr. Kenny, hasta 1990. Un año después se desempeñó a las órdenes de Huberto Ellíff, hasta que, afectado por su enfermedad, debió retirarse en el '94. Su pasión era la pesca y el fútbol; jugó en el Club Independiente y en otras instituciones deportivas. Uno de sus anhelos (y en eso puso todo su empeño y trabajo desinteresado) fue la construcción de viviendas sociales en su pueblo, sueño que no pudo ver cristalizado puesto que las mismas comenzaron a construirse de la mano de la Cooperativa Eléctrica un año después de su muerte). Tolo Ciricola fue respetado y querido por amigos y conocidos de Coronel Seguí y alrededores y es recordado por su carácter siempre cordial y alegre. Falleció a los 60 años, el 3 de julio de 1999.



Antonio Miguel Devicenzo (Pichón)

Este vecino de Seguí y tam­bién de nuestro medio nació el 15 de enero de 1931 en Villa María y festejaba sus cumpleaños el 19 por esas cosas del registro civil. Hijo de Miguel Devincenzo y de Lucía Ciricola, fue el mayor de tres hermaos.
Sí bien sus primeros trabajos fueron en el taller mecánico de su familia en Seguí y como chofer de camiones, su vocación por el canto y un alma tanguera lo llevaron a integrar una orquesta típica con actuación local junto a dos guitarristas, Castro y Andrés Cogo, recordados entre otras cosas por cultivar las «serenatas», canciones ofrecidas en las venta­nas de Seguí durante las noches de vísperas en las fiestas de fin de año. Posteriormente y como integrante de una conocida orquesta de Chacabuco, recorrió distintos escenarios de la zona y del país, llegando a grabar temas en discos que hoy están en manos de amigos y familiares.
Casado con María Clara, hija de Natalio Moro y María Di Cunto, agricultores de Seguí, fue padre de dos hijos: Claudio, residente aún en Seguí, y Mauricio, residente en Alberti junto a su madre.
Pichón Devincenzo dejó Seguí para afincarse en Chiviicoy en 1965 en pos de mejores oportunidades laborales, consiguiéndolas en Molinos Cánepa y por último se radicó en Alberti, trabajando por su cuenta. Falleció el 19 de julio de 2002 luego de una penosa y larga enfermedad. En Seguí se lo recuerda por su arte, pero también por su don de gente.

Pichón Devicenzo, cantando en un baile en el Club Deportivo Independiente


Carlos Buenaventura Zunino

Carlos Buenaventura Zunino, nacido el 14 de julio de 1922 en Chivilcoy, se radicó en Coronel Seguí en una fracción de campo de su propiedad en el Cuartel IX, en el año '1952.
Casado con Amanda Pérez, fue padre ejemplar de dos hijos. Verda­dero dirigente comunitario, trabajó siempre por el pueblo que lo adoptó y, si bien su humildad no le hizo buscar honores, su vocación social lo llevó a presidir en varios períodos el Club Deportivo Independiente. Presidió también la Comisión de Fomento y participó durante más de 40 años en todas las manifestaciones y actividades en pro de Coronel Seguí.
Activo militante de la Unión Cívica Radical fue Delegado Municipal de Coronel Mom durante el período '74 al '76, siendo intendente el Dr. Alfredo Cavagnaro.
Creyente fervoroso, también participaba de la vida religiosa católica y su recuerdo se acrecienta, más que por su actividad, por su generosidad permanente para con todos. Falleció el 21 de febrero de 2004.

Felipe Francisco Nasso

Mami, papi, Cita, Teresa y Julio

Julio y papi

Abuela Angelica, Teresa, Julio y Cita

Papi en el equipo de Coronel Seguí

Fotos cedidas por la Sra Ana María Nasso, hija de Felipe

Flia Costoyas-Pinilla

La historia que voy a relatar proviene de la memoria emotiva de mi madre y de mi abuela, por lo tanto, puede tener alguna inexactitud debido al paso del tiempo...
Carmenciña do Ferreiro, hija de un herrero de Galicia, llegó a la Argentina junto con sus hermanos y allí conoció a Manuel Costoyas, español también, con quién se casa y van a vivir a un pueblo de la provincia de Buenos Aires llamado Coronel Seguí, en los inicios del Siglo XX. En un primer momento alquilan un caserón. Allí nacen los hijos: Manolo, Carmen ( en 1911), francisca (Paquita) María y Antonio.
Cuando Carmen contaba 15 años, llega al pueblo - procedente de la Araucanía, Chile, un forastero que le robó el corazón. La casa en la que Carmen vivía de soltera era de las llamadas "casas chorizo", tenía un largo pasillo lateral, a manera de galería, al que daban todas las habitaciones.
En ésos años, en los que la férrea vigilancia de los padres se hacía sentir particularmente sobre las jóvenes, Carmen se escabullía de tanto en tanto, para ver si Leopoldo, diez años mayor que ella, estaba cerca y así poder hablar una o dos palabras, burlando la estricta vigilancia.
Un día, llenos de amor y cansados de andar de hurtadillas, decidieron escaparse juntos hasta el pueblo más cercano, donde los padres de ella fueron citados y debieron autorizar la boda.
Al ampliarse la familia, entre todos deciden comprar un terreno grande, de aproximadamente media manzana, frente a los campos de Elliff, corría el año 1926.
A la nueva familia que habían formado Carmen y Don Pinilla, como ella respetuosamente lo llamaba, les toca sortear las estrecheces de la crisis del ´30. Él trabajaba de galponero y Carmen lavaba ropa en el piletón, que almidonaba y planchaba con la plancha a carbón, cuidando de que no salte una bracita y la ropa se queme o ensucie. tuvieron cinco hijos: Leopoldo Segundo, más conocido por Nene, Ilda, mi madre, nacida en 1928, a quién llamaban Negra, Cora (Porota), Juan Manuel (Pocho) y María del Carmen (Pirucha). La infancia de los cinco transcurrió entre juegos y trabajos que compartían con dos primos, nacidos en Buenos Aires, hijos de María, que Carmen criaba casi como suyos. Con una economía precaria que apenas alcanzaba para la subsistencia, por las noches se reunián en la cocina, bajo la luz del farol, disfrazando la carencia entre juegos y canciones, recitando versos o narrando historias de aparecidos.
Mi madre recuerda que en Segui no había registro civil, por lo tanto, cuando habían nacido tres o cuatro niños, un padre iba al pueblo más cercano y anotaba a todos juntos, por éste motivo, en su caso, difiere la fecha del nacimiento real, con la que está registrada.
En el pueblo faltaban muchos servicios, sin embargo, había una escuela que tenía algunos grados, quienes querían seguir estudiando, debían ir a centros urbanos más importantes.
También había un club muy grande, que convocaba a todos los vecinos. Solían hacerse grandes bailes en los que estaba presente todo el pueblo; en tanto los jóvenes bailaban los más grandes, sentados al costado de la pista, bebían algo mientras vigilaban que todo transcurriera en órden y con decoro ... también estaban los que se animaban a actuar... a mi mamá le gustaba cantar, recuerda con emoción la vez que se presentó ante todos y cantó con tantas ganas que sintió que casi, llegaba al cielo...
Después del fallecimiento de Carmenciña y Manolo comenzaron a emigrar debido a la escaséz de posibilidades laborales y así, de uno en uno, se vinieron para Buenos Aires. Don Pinilla trabajaba en Molinos como cargador de bolsas de cereal, Pocho lustraba zapatos en la estación de Munro y María del Carmen, que era chica, estudiaba…
...Qué hermosa debe haber sido esa infancia con inumerables situaciones chiquititas, cotidianas, que han servido para iluminar el sentido de pertenencia y fomentar los lazos familiares, donde la imaginación y el deseo convertían a un marlo seco en la más hermosa de las muñecas; donde la posibilidad de jugar a crear maravillosos mundos posibles siempre estuvo al alcance de la mano.
Una vida dura de trabajo que nunca dejó de lado la posibilidad del diálogo familiar en torno a la calidéz de la cocina...!!!!!
Recuerdo que Paquita muchos años después, atacada por un cáncer que hizo metástasis en el cerebro y le producía intensos mareos, para calmar la sensación se proyectaba hacia el Salado, percibía el olor de los campos sembrados de trigo y simplemente, dejaba fluír los recuerdos...

Sra Carmen Costoyas, el próximo 25 de mayo cumplirá 100 años.

De izq a derecha: Ilda, Cora, Carmen y la bebé Ariadna

Relatos de Alicia Passano